miércoles, 6 de enero de 2010

Mi Confrontacion con la Docencia

Como parte de mi historia y retrocediendo un poco en el tiempo hago de su conocimiento lo siguiente: Por azahares del destino me entere que la Secretarría de Educación Pública (SEP) en conjunto con el Centro de Actualización del Magisterio (CAM) en la ciudad de Santiago de Querétaro; nos daba la oportunidad de cursar la Licenciatura en Docencia Tecnológica (no es exactamente lo que tenia en mente, mi meta a alcanzar era ser Lic. en Educación Física no lo logre ni modo), continuando con la descripción, el contenido temático de esta carrera me convencio, por que de los cuatro años que curse; en cinco semestres lleve Psicología (Evolutiva I, II, III, del Aprendizaje y Social I) luego entonces como me facina esta ciencia, inicie mis estudios en esta profesión. Cabe mencionar, que estos estudios los realice a los 32 años de edad y 6 años de servicio en el subsistema D.G.E.T.I. y a los trabajadores de esta dependencia se nos otorga la oportunidad de continuar con nuestros estudios en modalidad semiescolarizada, como una prestación. Por tal motivo, trabajaba y estudiaba al mismo tiempo. Mi desempeño docente inicia en el año 1998 impartiendo la asignatura de Comunicación y Relaciones Humanas, Programa Jóvenes, entre otras, como podemos observar actividades relacionadas con el aspecto psicosocial del estudiante.

Es así como les comparto un fragmento de mis casi 23 años de servicio, ya que inicie en el área administrativa el 16 de enero de 1987 y en la docencia 11 años después, actualmente participo en las dos áreas con estusiasmo y responsabilidad.

La aventura de ser Maestro


El mismo tema sugiere hacer un análisis de mi propia experiencia como profesora, pues entre otras cosas me ha permitido conocer el punto de vista de otro maestro acerca de su propia experiencia, con lo que encuentro que las semejanzas se inclinan hacia el lado positivo de esta actividad. Hablar de la identidad como un pilar central, aunque no es privativo de la actividad docente sino que se aplica a cualquier otra actividad profesional, es un buen punto de partida para un análisis consciente ya que por desgracia, en el ambiente de la enseñanza, se encuentran insertas una buena cantidad de personas que ejercen esta labor sin una convicción real, en algunos casos la califican como una actividad que realizan al no encontrar opciones de ocupación y lo consideran un trabajo secundario pero que les puede ayudar en el aspecto económico personal con lo que no solo dejan en segundo término la obtención de buenos resultados por parte del alumnado sino que a veces ni siquiera lo toman en cuenta, solamente están atentos del tiempo que falta para que llegue el día de la quincena. Otro caso es aquella persona que cuando manifiesta que se dedica a la labor docente lo hace en términos de justificación, como pidiendo perdón o avergonzándose de la actividad que realiza. Podríamos mencionar otras situaciones como estas, pero afortunadamente existe el lado opuesto, las personas que encontramos en la enseñanza una oportunidad de llevar a cabo una labor que da resultados a corto, mediano o largo plazo indistintamente sobre todo cuando es llevada con honestidad y entusiasmo.

Cuando nos sentimos identificados con la enseñanza podemos estar seguros que hemos cubierto la parte medular de la actividad docente y saber que estamos ubicados en el mejor punto para coordinar todas las partes que intervienen en el proceso.

Identificar la actividad docente como el propio sentimiento de realización profesional nos permite además identificar en cada uno de los alumnos al ser potencialmente preparado para recibir la orientación adecuada para obtener resultados favorables de aprendizaje de acuerdo a una escala que seguramente tendrá variación de un alumno a otro. Conocerlos no solamente en lo que saben, sino en lo que piensan o en lo que sienten nos mueve a la búsqueda de técnicas o estrategias, que permitan que ahora el estudiante sea quien se sienta identificado con el proceso que se está llevando a cabo para su aprendizaje. Es por esto que no se puede dejar de mencionar a la motivación como un combustible importante para mantener vivo el deseo de la obtención de los resultados pretendidos. Motivar a un discente a entrar en una clase, no representa gran importancia, lo verdaderamente importante es motivarlo para que desee volver nuevamente a ella.

La aventura de ser maestro toma fuerza y un camino claramente definido cuando la motivación es al mismo nivel, cuando entra en el escenario de la enseñanza-aprendizaje la interacción como la más común de las actividades, cuando se rompen los viejos paradigmas del "Yo enseño porque Yo sé" y "Tú aprendes lo que Yo te enseñe" y cambiarlos por tantas formas positivas que podemos adoptar como “Yo soy afortunado de participar contigo en conseguir las metas de obtener conocimiento que "Tú pretendes y lo podemos lograr trabajando juntos".

Vivir esta aventura es realmente satisfactorio.

Saberes de los Estudiantes



1) Lo que nuestros estudiantes saben hacer en Internet:

La mayoría de los estudiantes utilizan las computadoras para oír música o videos, jugar en línea, bajar juegos y accesorios de música, tonos para su teléfono celular, editan imágenes y fotografías, visitan páginas web para buscar información sobre sus artistas favoritos, diversos temas sobre moda, deportes, salud y belleza, también envían fotografías a distancia, charlar en su chat, utilizan el correo electrónico, utilizan la subasta cibernética (compra-venta) de accesorios que sean muy difíciles de encontrar, a veces buscan protectores de pantalla 3D. Cabe señalar, que cuando no pueden ver sus programas, telenovelas, películas, caricaturas, etc., los jóvenes buscan por este medio las series completas.

2) ¿Cuál es la estrategia que construimos con ellos para aprovechar esos saberes en las actividades de aula?

Detectar afinidades para conformar equipos de trabajo, esto les facilitara interactuar más sobre algunos diversos temas, para llevar a cabo una mutua retroalimentación continua que conlleve a despertar el interés por investigar, reflexionar y construir su propio destino.

3) ¿Quiénes van a enseñar a quiénes, qué les enseñarán? y ¿Dónde lo harán?

Los docentes en su rol de coordinadores, manejara de acuerdo a las habilidades y capacidades del grupo su asignatura o su clase, podemos solicitar a los estudiantes más avanzados en la asignatura, que auxilien a sus compañeros en la realización de las prácticas y en la búsqueda de información, en donde, en laboratorios, aulas de medios o didácticas.